Asociaciones, organizaciones y trabajadores independientes realizaron un abrazo simbólico frente al Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM).
El objetivo principal de la convocatoria fue visibilizar la gravedad de la situación económica y exigir la restitución de las facultades del INYM. A la vez, la movilización consiguió el apoyo de intendentes de distintos municipios misioneros, quienes remarcaron la importancia de defender al organismo que regula la actividad.
“Lo que queremos es que el INYM recupere sus facultades y que se nombre un presidente como corresponde. Viajamos cinco o seis veces a Buenos Aires y no obtuvimos respuestas favorables. Mientras tanto, los productores quedamos a la deriva”, dijo Luis Andrusyszyn, productor de Apóstoles.
Según Andrusyszyn, la falta de conducción en el Instituto derivó en una fuerte caída del precio de la materia prima: “Cuando estaba el INYM, el precio rondaba los 300 a 350 pesos. Apenas lo desregularon, en una semana bajó automáticamente. Fue como una emboscada. Hoy ya no es rentable cosechar la yerba”, sostuvo.
Andrusyszyn también advirtió sobre el impacto social de la crisis yerbatera: “La situación es cada vez peor. Muchos productores no pueden pagar sus costos básicos, y los tareferos también están migrando a Brasil para buscar trabajo. En Concepción de la Sierra, al menos un 30% ya se fue. Se venden chacras y las familias abandonan el campo. Eso no se recupera más”.
Para el referente, lo que ocurre con la yerba trasciende al sector productivo: “Esto no es solo un problema de los productores, es un problema de todos los misioneros. Si no funciona el precio de la yerba, no vende el kiosquero, no vende el almacenero, no vende el ferretero. Se transforma en un problema social”.
Con información de Radio A y PE