“La importancia histórica del 31 de octubre, se relaciona con la fecha en que en el año 1517 el monje alemán Martín Lutero clavó las 95 tesis en Wittenberg, marcando así el inicio de la Reforma Protestante. Esta reforma tuvo un profundo impacto en el mundo occidental”, señalaron de la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina (ACIERA).
“Las ideas de Lutero y otros reformadores como Juan Calvino y Ulrico Zuinglio se difundieron rápidamente por toda Europa, dando lugar a intensos conflictos religiosos pero también enfatizando la libertad de conciencia y la interpretación personal de la Biblia”, añadieron desde la entidad.
La fecha se constituyó en Ley nacional, tras la sanción de la Ley Nacional 27.741, sancionada el 18 de abril, que instituyó el 31 de octubre como ‘Día de las Iglesias Evangélicas y Protestantes’.
Detallaron que en la actualidad, esta fe cristiana cuenta con alrededor de 700 millones de seguidores en todo el mundo. En Argentina, según datos del CONICET de 2019, el 15,3% de la población se identifica como evangélica, con más de 25.000 iglesias en todo el país. Destacan que estas comunidades juegan un papel fundamental en la vida espiritual y social de la nación, promoviendo valores como la solidaridad, el amor al prójimo, la justicia, la vida, la libertad y la paz”, agregaron desde la entidad.
Resaltaron que “declarar el 31 de octubre como el ‘Día de las Iglesias Evangélicas y Protestantes’ es reconocer la importancia de esta tradición religiosa en la historia y sociedad argentina con más de 200 años de presencia efectiva en el país. Es un gesto de respeto y apoyo al diálogo interreligioso, fomentando así la diversidad y pluralidad en la nación. Además, es una oportunidad para reflexionar sobre los desafíos y oportunidades que enfrentan estas iglesias en la actualidad, así como para reconocer la importancia de su labor en la promoción de valores como la igualdad y la libertad de pensamiento en la sociedad”.
El proyecto de ley fue aprobado en Senadores y se convirtió en ley tras una sesión ordinaria presidida por la vicepresidenta Victoria Villarruel, donde la votación fue unánime, con 67 senadores presentes, respaldando así esta iniciativa de la Comisión de Relaciones Exteriores y Culto. El proyecto, que había recibido media sanción en la Cámara de Diputados bajo el expediente 32/23, resulta del consenso entre diversas propuestas presentadas por las diputadas nacionales Dina Rezinovsky, Agustina Propato, Vanesa Massetani y Rossana Chahla, representantes de distintas fuerzas políticas y expresiones de fe, consolidando un hito para la comunidad cristiana evangélica en Argentina.