Una situación insólita se vivió anoche cuando un vuelo de American Airlines con destino a Nueva York, que se encontraba sobrevolando la provincia de Córdoba, regresó de urgencia al aeropuerto de Ezeiza luego de que se detectaran ruidos en la bodega del avión que parecían ser de una persona. Agentes del Grupo Especial de Asalto Táctico revisaron la bodega, pero no detectaron irregularidades.
El vuelo que había salido a las 21:15 ya llevaba más de una hora y media y los pasajeros habían cenado cuando el piloto anunció que “íbamos a tener que regresar a Buenos Aires por un problema que no podían identificar bien, pero que nos quedemos tranquilos”, contó el periodista Marcos Calligaris, de Cadena 3.
“A los cinco minutos aproximadamente, nos dice, bueno, hay una persona en la bodega que está haciendo ruidos consistentes y por una cuestión de seguridad tenemos que volver para que no se golpeen. Llamó la atención el nivel de detalle, porque aparentemente lo tenían claro”, continuó Callgaris.
Según el periodista, cordobés, una azafata luego les comentó que se escuchaban “ruidos de una persona aparentemente golpeando con algo”.
El piloto les advirtió que al tratarse de un aterrizaje de emergencia y al estar llenos los tanques de combustible, iban a ver todo un despliegue de camiones hidrantes y ambulancias.
Aterrizaron y ahí “empezó esta novela en la que rodean al avión y empiezan a descargar estos contenedores con balizas, una por una, con presencia de la policía”. “Realmente nos parecía increíble que una persona esté metida adentro de ese contenedor”, sostuvo.
Ya después de medianoche, los agentes del grupo de élite entraron a la bodega para revisarla junto a policías con perros y el operativo causó impresión entre los pasajeros. “Cuando entró este cuerpo especializado de la policía, ya nos preocupamos, porque siempre hubo hasta incluso humor entre los pasajeros, nos parecía muy llamativo. Ya cuando vemos que esta gente entra armados ahí a la bodega y nos piden que nos sentemos, bueno, nos llamó la atención”.
Sin embargo, los agentes del GEAT “bajaron a los 10 minutos de revisar todo, muy relajados”, indicó Calligaris. Tras una exhaustiva revisión, las autoridades informaron que no se encontraron personas ni objetos inusuales en la bodega del avión. Pese a ello, el periodista afirmó que la azafata seguía diciendo “yo escuchaba los ruidos, yo escuchaba los ruidos”.
Los pasajeros se quedaron a bordo hasta que finalmente, a las 01:44 se canceló el vuelo, que debería salir de nuevo este viernes a las 19.
Fuente TN